Es posible que solo sean sensaciones mías, pero me está llamando la atención lo mucho que está apareciendo Cataluña por televisión, radio o prensa en general, últimamente. Cualquier conexión televisiva, por poco importante que sea, siempre conecta con algún lugar de Cataluña, pareciendo publicitarla para evitar los boicots a los productos catalanes.
Se habla de Belenes, conectamos con equis pueblo de Cataluña. Se habla del tiempo, conectamos con tal otro pueblo. Para cualquier cosa de la que se hable se conecta con uno u otro pueblo catalán, como si el resto de España no existiera. Parece como si se estuviera intentando limpiar la imagen de Cataluña en toda España.
Y eso es algo completamente innecesario, los españoles sabemos que el independentismo catalán no es un “todo” allí, sabemos que hay una buena parte de la población que no desea ese independentismo. Pero también nos damos cuenta que, sea por el motivo que sea, esa población ha mantenido un silencio durante estos años que ha parecido ser incluso cómplice.
Lo que es evidente es que de ese boicot no somos culpables el resto de los españoles, pero también es importante reconocer que, con todo lo que ha sucedido, hayamos buscado, y encontrado, otras opciones de consumo que a muchos, entre los que me incluyo, nos hace sentirnos más a gusto.
Ha habido muchos aspectos en los que el resto de las regiones de España hemos estado olvidadas por parte del gobierno central durante siglos y muchos nos hemos cansado. Es evidente que las atenciones que han tenido todos los gobiernos con regiones como las dos Castillas, Extremadura o Asturias, por poner algunos ejemplos, no han sido las mismas que con Cataluña. No hay más que viajar por España para darse cuenta de ello.
No es cuestión de boicots, es cuestión de consumir lo que nos apetezca y nos haga sentirnos más cómodos. En mi caso, esa comodidad viene por consumir productos de mi región o de regiones peor tratadas históricamente. Regiones que, además, nunca se han quejado de nada, mucho menos tal y como lo han hecho desde Cataluña. El consumo es libre, cada cual consume lo que quiere. ¿No se han parado a pensar que ver como en una comunidad autónoma de España se dan golpes de estado no es agradable para la mayoría de los españoles?
Quien siembra vientos recoge tempestades.
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